Me haces bien. Como el café recién hecho por la mañana, me
despiertas, a mí y a todas esas partes de mí que normalmente duermen. Y como el
té helado por las tardes, me refrescas, reinventas mi día. Le haces bien a mis
labios, como cada trozo de chocolate que parece armarme al derretirse en mi
lengua, despacito, queriendo ser eterno.Me haces bien como las noches de
tormenta, como el sol en dosis adecuadas, como el silencio cuando duele la
cabeza, como la música cuando el silencio mata. Me haces bien porque me miras y
entonces existo.
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